Enfocar la conversación en clase
Tras muchos años enseñando español online, reconozco la importancia de enfocar las conversaciones en clase para maximizar el aprendizaje del idioma. Muchos alumnos llegan con la habilidad de comprender al leer y escuchar, pero se encuentran con dificultades para hablar. Por eso, una conversación efectiva es clave en el aprendizaje del español, y aquí te presento una metodología detallada para potenciar las conversaciones en tus clases:
Establecimiento de objetivos y comunicación clara:
Define el propósito de cada conversación claramente, ya sea mejorar el uso de tiempos verbales como introducir vocabulario sobre temas específicos. Asegúrate de que tanto tú como tu alumno comprendéis este objetivo para mantener la conversación enfocada y alineada con los objetivos de aprendizaje. Es decir, si el objetivo del alumno es aprender a hablar, el nuestro debe fraccionarse en diferentes clases y lecciones. Vamos a practicar siempre la conversación sobre los temas que ya hemos visto antes durante nuestras clases. Así, si por ejemplo hemos visto la conjugación de Pretérito Perfecto Compuesto, entonces para terminar esa clase le preguntaremos: “¿Qué has hecho hoy?” y le ayudaré si es necesario a conjugar los verbos en ese tiempo verbal.
Retroalimentación constructiva:
Corrige errores de manera oportuna, evitando interrupciones que puedan disminuir la confianza del estudiante. Al final de la conversación, revisa los puntos clave, errores comunes y nuevas estructuras lingüísticas. Esta retroalimentación es vital para que el estudiante reflexione y entienda sus áreas de mejora. Siguiendo con el ejemplo anterior, en la conversación de la práctica de Pretérito Perfecto Compuesto le comunicaré los errores sobre ese tema en concreto. Los demás errores no serán el foco de la conversación por ahora.
Enfoque en la pronunciación y técnicas de corrección:
Presta especial atención a la pronunciación, identificando errores comunes y sonidos difíciles. Utiliza técnicas como la modelación y la descomposición de palabras en sílabas. Verás que depende del idioma base del alumno, los problemas en la pronunciación se repetirán entre nacionalidades. Eso te ayudará a crear actividades para mejorar pronunciaciones específicas como por ejemplo la letra erre para los franceses pero, ¡cuidado! No debemos generalizar, pues cada alumno necesitará su especificación independientemente de su nacionalidad.
Trabajo en la entonación del español:
El español tiene un ritmo y entonación característicos. Utiliza grabaciones, canciones y diálogos para que los estudiantes se familiaricen con la entonación natural del idioma. En las plataformas comunes donde tú mismo/a escuchas música, como Spotify o YouTube ya existen listas de reproducción de canciones para aprender español pero si lo prefieres puedes crear la tuya propia y compartirla con tus alumnos. En esa lista, deberás incluir canciones para diferentes niveles de español, desde sencillas como por ejemplo "Me gustas tú" de Manu Chao, que tiene una gramática sencilla o más complejas como "La marea" de Vetusta Morla.
Otra herramienta muy útil es la de enviar audios a tus alumnos. Si lo deseas puedes crear un grupo de WhatsApp con tus alumnos y cada día puedes enviar un audio para que todos practiquen la escucha y si se animan, también practiquen el habla o la escritura respondiendo cada día a tu mensaje. Escucharse entre ellos les motivará a mejorar.
Fomento de la participación activa:
Crea un ambiente seguro y sin juicios para que los estudiantes se sientan cómodos al hablar. Emplea recursos como imágenes y juegos de rol para motivar a los estudiantes a participar activamente en las conversaciones. Te recomiendo mostrar imágenes en cada actividad para apoyar el contenido y así conseguir que el alumno entienda el contexto. En cuanto a los juegos de rol, son un gran recurso para practicar la conversación activa y participativa. Personalmente, uso mucho este recurso porque me permite animar al alumno a que hable ya que utilizo preguntas abiertas que nunca se pueden responder con un simple sí o no. Por ejemplo, si hemos visto el vocabulario sobre alimentos, podemos llevarnos virtualmente a nuestro alumno al supermercado para practicar lo aprendido. Él/ella siempre será el cliente/a y tú serás la persona con la que en la vida real deberá enfrentarse. Es, básicamente, una actividad para practicar la realidad antes de que pase.
Una conversación bien dirigida en el aula de español no solo refuerza el conocimiento, sino que también proporciona un contexto práctico y relevante para el estudiante. Al implementar estas estrategias, transformarás las sesiones de conversación en herramientas efectivas de aprendizaje. Recuerda, esto se aplica en cada clase, convirtiendo cada encuentro en un proceso de aprendizaje valioso y enriquecedor.