Conflictos entre el profesor y el alumno
Muchos profesores que emprenden su negocio de enseñanza temen que surja algún problema entre ellos y sus alumnos. Cuando tenemos un emprendimiento, la felicidad de nuestros clientes refleja la durabilidad y éxito de nuestra empresa. Por eso, es de vital importancia que estemos preparados/as para que todos los posibles conflictos que aparezcan en nuestro recorrido con nuestros alumnos/as puedan ser resueltos lo antes posible. Abordar estos problemas con empatía, comprensión y comunicación abierta puede marcar la diferencia en el resultado final de la enseñanza. A continuación, te cuento algunos conflictos comunes y ofrezco enfoques para resolverlos.
Falta de motivación y compromiso:
Es posible que el alumno muestre desinterés o falta de esfuerzo en las tareas y actividades.
Habla con el alumno para entender la causa de su falta de motivación. A veces, puede ser algo externo a la clase y si tiene que ver con nuestra metodología, es un feedback muy potente a tener en cuenta. ¡Cuidado! No necesariamente debemos modificar todo lo que el alumno proponga, debemos ser firmes a nuestras ideas y siempre con la mente abierta para mejorar en todos los aspectos.
Establece metas realistas y celebra los logros pequeños. Cada clase tiene un objetivo, cada semana también, después cada mes, cada pack de clases. Cada movimiento con el alumno es hacia delante y enfocado en su mejora así que establece metas que sean factibles para el alumno y que pueda conseguirlas si aplica atención en las clases y esfuerzo moderado. Como decía Albert Einstein “Si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, pensará toda la vida que es un inútil” Por eso, no evalúes a tu alumno por algo para lo que aún no está preparado o se sentirá inútil y frustrado. Cuando el estudiante consiga cada meta, por pequeña que parezca, celebra con él/ella su gran logro. El refuerzo positivo ayuda enormemente a evitar la falta de motivación y compromiso.
Introduce actividades variadas y relacionadas con los intereses del alumno para reavivar el entusiasmo. Ya sabemos que la personalización de nuestras clases es importante para muchas cosas y, ¿también para evitar conflictos? Para responder esta pregunta, sólo imagina que quieres aprender un idioma nuevo y tienes dos opciones para hacerlo. La clase en la que el profesor no sabe ni tu nombre o la clase en la que el profesor no sólo sabe cómo te llamas sino que ha preparado la clase exclusivamente para ti. Creo que a todos nos gusta sentirnos únicos y escuchados. Si me siento bien con mi profesor, ¿por qué habría conflictos?
Dificultades de adaptación:
Algunos alumnos pueden tener dificultades adaptándose a tu estilo de enseñanza o al formato de la clase.
Sé flexible en tu enfoque y muéstrate dispuesto a modificar técnicas si es necesario. Sé lo que es dedicar tiempo y esfuerzo en clases que no funcionan y también sé lo que es cambiar algunos detalles o métodos y que todo cambie en la relación con el alumno. No te desanimes ni pienses cosas feas sobre ti o tu trabajo, sólo escucha al alumno e intenta modificar lo que sea necesario y esté en tus manos para ayudarlo. Solicita feedback regularmente y haz ajustes según las necesidades del alumno. Funcionará y te servirá para posibles próximas veces.
Problemas de conducta:
Comportamientos disruptivos o irrespetuosos pueden obstaculizar el proceso de aprendizaje.
Establece límites claros y reglas de conducta desde el principio. Este conflicto es el menos común porque es muy raro que un alumno adulto se comporte irrespetuosamente con su profesor de idiomas.
Si tus clases son en grupo, aborda los problemas directamente y de manera privada con el alumno, evitando confrontaciones en público como ya hemos visto en la sección de Franqueza Radical.
Ausencias, retrasos y cancelaciones:
Las interrupciones frecuentes pueden afectar el ritmo y la continuidad de la clase.
Define una política clara respecto a retrasos y cancelaciones. En mi caso, en la clase de inicio, es decir antes de que compren, ya les cuento cuál es mi política sobre esto. Una vez que compran saben que si no se presentan a la clase, la perderán. Lógicamente cobro las clases solo una vez antes de comenzar y las vendo por packs. Por lo tanto, cuando un alumno compra 10 clases y no se presenta a una, sabe que la perderá y no podrá recuperarla. También les doy la opción de modificar la hora o el día de la clase bajo mis disponibilidades siempre al menos con 24 horas de antelación. Así, si ellos avisan con tiempo no perderán la clase.
Si un alumno se retrasa en la clase, espero los primeros 5 minutos y después de eso le envío un mensaje de recordatorio y espero a que se presente a la clase hasta que termine. Si llega tarde, la clase seguirá terminando a la hora acordada.
Temas sensibles:
Algunos temas pueden ser delicados o incómodos para el alumno debido a sus experiencias personales o creencias.
Sé consciente y evita temas que puedan ser sensibles, a menos que sean esenciales para la materia. Por ejemplo, si tu alumno acaba de perder un familiar o acaba de sufrir una ruptura amorosa, evita hablar sobre temas de duelos durante unos meses. Y si es necesario abordarlos, hazlo con empatía y sensibilidad.
Diferentes energías y ánimos:
Puede que haya días donde tú o el alumno no estéis en vuestro mejor momento anímico. No podemos modificar la conducta de otra persona y sí podemos empezar por nosotros mismos.
Reconoce y valida los sentimientos del alumno. A veces, simplemente escuchar puede hacer una gran diferencia. Si es necesario, ajusta el ritmo de la clase de acuerdo con el estado de ánimo del día.
Resolver conflictos requiere tacto, empatía y una comunicación abierta. Cada alumno es único, y entender sus necesidades y preocupaciones te permitirá crear un ambiente de aprendizaje más efectivo y armonioso. Nuestra labor no solo es enseñar español, sino que engloba muchas más cosas para que sea una función eficiente y duradera en el tiempo.